Sé que estaba vacía.
Lo sé.
Pues hace días,
Lo encontré.
Estaba tirado en la
calle.
Se debió de descolgar
De la rama de algún
árbol.
Era precioso.
Mis manos lo
recogieron,
Y mis dedos lo
acariciaron.
Era espinoso.
Si lo tocabas muy a
prisa,
Dolía, lastimaba.
Pero si lo hacías con
delicadeza.
Podías ver,
Lo que tras las espinas
había.
Ternura y dulzura.
Era tierno y esponjoso.
Mi corazón.
Lo guardé,
En mi caja de los
sueños.
Y ahora lo tengo aquí.
Junto a mí.
Te espera a ti.
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