En un rincón de mi habitación, en penumbra, llorando lágrimas secas, que se han secado en mi interior vacío, sin vida...
A mi cabeza vienen recuerdos... Un ataúd negro moviéndose por lo alto de nuestras cabezas, ha venido ella disfrazada con túnica oscura y tez pálida, a llevarse el perfume de su magnífica vida encerrado en un frasco del que nunca saldrá. Lo observo y se me remueven las entrañas, furia y rabia arden en mi interior, me lanzo tras ella e intento arrebatarle el aroma de su vida, en las lejanías se oyen mis llantos y gritos desesperados por recuperarlo, pero ella logró frenarme y alzando una mano hacia mi logró tumbarme en un segundo y derrotarme.
Ahora estoy aquí guardando silencio en su ausencia, mi voz viste de luto en su falta.
Jeremy, ahora me pregunto, ¿hermano querido, por qué te has ido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario