miércoles, 23 de noviembre de 2011

Por una sonrisa.



Bajo la oscuridad de la luna en su ausencia, un halcón gira torno al sombrío tejado, de una abandonada casona.
Lo miro, y sonrío.
Que extraño, el halcón aturdido sonríe a la par.

-¿Pero niña, que haces ahí?
-Oh, verá usted, estoy admirando su magnificencia.
-¿Es que no te das cuenta? ¡Estás en medio de la carretera!
-¡Vaya, que despiste! Muchas gra…
-¡Cuidado pequeña!
 
Tras lo sucedido, aquel hermoso halcón azul, jamás volvió sus alas a desplegar.
Guarda luto de vuelo, por el alma, de aquella dulce chiquilla, que la vida dio, por tan solo una mirada.

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