miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tan sólo hay una.

Esta noche, que la luna se esconde de mi mirada.
Esta noche, que las nubes, son traicioneras, y la niebla, la mejor compinche entre todas las demás.
Esta noche, de oscuridad total, de místicas y furtivas miradas, en penumbra.
Esta noche, es especial.
Es una noche única.
Tus manos, bailan la más bella danza jamás imaginada sobre mi piel.
Tus dedos, establecen una agradable y gratificante conversación con mi imaginación.
Pero, hay algo distinto, como un vacío que se abre paso en mi interior.
Una ausencia palpable en lo alto del cielo.
Se ausenta la testigo de nuestra unión.
La luz, que aviva la llama en mi interior.
Sin ella, no soy yo.
No siento la magia, fluir en mis movimientos.
No siento el amor, deslizarse entre mis labios, hasta colarse entre los tuyos.
Esta noche, tus besos me saben a vacío.
Y tus caricias son insípidas.
No puedo sentir tu amor, si no es, bajo la tenue luz de la luna.
Que le voy a hacer, si solo hay una. 

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